El placer ancestral de tomar un ron viejo nunca pasará de moda. El mundo de las bebidas espirituosas y de la coctelería ha sufrido una inspiradora revolución en los últimos años. No solo es que hayamos adoptado nuevos ingredientes y recetas, y el ánimo de combinarlos sin miedo, sino que además hemos recuperado sabores antiguos, que parecían haber quedado confinados en el pabellón de lo tradicional. La búsqueda del vino ecológico, el interés por la cerveza artesanal, el regreso de los tragos dulces del aperitivo y de los fuertes de la noche forman parte de este boom. Podríamos decir que, de entre todos esos fenómenos, el ron nunca ha perdido el protagonismo sobre la barra, ya sea on the rocks, combinado con el mixer del momento, en ese cóctel que nunca falta en la carta (¿alguien dijo mojito?), o sencillamente desnudo, como si fuera Don Draper quien lo tomara.
¿Puede la artesanía y el respeto por el arte del ron pasar de moda? Disfrutaremos nuevas fórmulas y nos inspiraremos en nuevas costumbres a la hora de bebernos los momentos más excepcionales, pero el paladeo poderoso de un ron Extra Viejo es una experiencia incomparable.
ución en los últimos años. No solo es que hayamos adoptado nuevos ingredientes y recetas, y el ánimo de combinarlos sin miedo, sino que además hemos recuperado sabores antiguos, que parecían haber quedado confinados en el pabellón de lo tradicional. La búsqueda del vino ecológico, el interés por la cerveza artesanal, el regreso de los tragos dulces del aperitivo y de los fuertes de la noche forman parte de este boom. Podríamos decir que, de entre todos esos fenómenos, el ron nunca ha perdido el protagonismo sobre la barra, ya sea on the rocks, combinado con el mixer del momento, en ese cóctel que nunca falta en la carta (¿alguien dijo mojito?), o sencillamente desnudo, como si fuera Don Draper quien lo tomara.
Además, el ron esconde un gran lujo: su especialidad añeja le concede personalidad, cuerpo y carácter a un trago que ya es de por sí sofisticado. Uno de sus grandes exponentes es Ron Brugal Extra Viejo, que destaca por la intensidad de haber madurado hasta ocho años en barricas de roble americano. Desde 1888, año de su creación, Ron Brugal se ha caracterizado siempre por la tradición de sus cinco generaciones de maestros, y ese trabajo ha alumbrado sabores tan excelentes como Brugal Extra Viejo. ¿Puede la artesanía y el respeto por el arte del ron pasar de moda? Disfrutaremos nuevas fórmulas y nos inspiraremos en nuevas costumbres a la hora de bebernos los momentos más excepcionales, pero el paladeo poderoso de un ron Extra Viejo es una experiencia incomparable.
Color ámbar oscuro, brillante, transparente y limpio; aroma a madera, cacao, vainilla y fruta seca, con una pizca de naranja, caramelo y melaza; sabor suave y seco de entrada, con notas dulces y un toque de miel, elegante en todo su recorrido, incluso picante al final… Es sorprendente que de un solo trago se puedan extraer tantas sensaciones, pero Ron Brugal Extra Viejo es una bebida para disfrutar con todos los sentidos.
Todo ello se lo debemos a su método de elaboración. Al más puro estilo tradicional, se destila tantas veces como sea necesario, y la propia selección de las barricas donde reposará el ron hasta su consumo se realiza también una a una. Son de roble americano que previamente ha contenido bourbon, y en ellas madurará hasta ocho años ayudado por el calor de la República Dominicana, donde se produce y embotella.
¿Un último consejo para disfrutarlo? Combinarlo en el cóctel Extra Viejo Orange Bitter, de sencillísma preparación: solo tienes que añadir 6 cl. de Ron Brugal Extra Viejo, café, piel de naranja y bitter de chocolate. No nos des las gracias, solo abandónate al placer.
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